martes, 28 de abril de 2015

Renault 8 (1965).

El R-8 nació en 1962 para sustituir al Dauphine manteniendo la disposición "todo atrás". La modernidad de sus formas le daba un aspecto agradable y de coche grande, mientras que la simplicidad técnica le confería una robustez mecánica a toda prueba, convirtiéndose en un coche familiar fiable y de escaso consumo.


La incorporación de frenos de disco en las ruedas delanteras, inédito hasta entonces en vehículos del segmento C, hicieron desaparecer la mayoría de los sustos protagonizados por el Dauphine. Pese a esta mejora, muchos propietarios llevaban permanentemente en la parte delantera carga extra y/o modificaban la inclinación de las ruedas traseras mediante unos separadores para mejorar su comportamiento.


El capó delantero presentaba una doble vertiente interior que en días lluviosos acumulaba el agua y en ocasiones formaba un extraño surtidor hacia el parabrisas. A lo largo de su vida sufrió algunos cambios estéticos, primero fue la aparición del TS que con sus 4 faros provoco la desaparición de la asimetría en la colocación del logotipo delantero de la marca y posteriormente surgió la segunda generación, que contaba con pilotos traseros más grandes y parachoques delantero continuo.

En cuanto a la parte mecánica, el "erre ocho" contaba con el nuevo propulsor Sierra, también llamado como Cléon-Fonte o motor C, que sustituía al motor Ventoux que venía utilizándose hasta entonces. Este nuevo bloque se caracterizaba por sus 5 cojinetes en el cigüeñal y su flexibilidad. Distintas adaptaciones técnicas han permitido que siguiese en el mercado hasta el año 2004, momento en que dejo de fabricarlo Dacia, tras 42 años, todo un hito en la historia automovilística europea. 


El motor del R-8 era un 4 cilindros en línea, ubicado en posición trasera longitudinal, contaba con una cilindrada de 956 cc que le permitía desarrollar unos 41 CV a 5.200 rpm y alcanzar los 125 km/h. La tracción era trasera y la caja de cambios manual de 4 relaciones y marcha atrás. 

Las suspensiones eran independientes con amortiguadores hidráulicos telescópicos y muelles helicoidales, siendo las delanteras de paralelogramo articulado por brazos triangulares con barra estabilizadora y las traseras de semiejes oscilantes con brazos de reacción diagonales. La carrocería es de acero monocasco y autoportante de 4 puertas.


La miniatura está fabricada por Universal Hobbies en escala 1/87 y corresponde a la entrega nº 4 del coleccionable L'âge d'or des voitures françaises au 1/87 de Editions Atlas. A la maqueta original se le han añadido unas matriculas españolas. Se trata de un modelo bien resuelto, muy detallado, tanto interior como exteriormente, con un buen molde y un pintado correcto. El fallo más significativo son los pivotes de las luces. Si apreciáis algún otro fallo no dudéis en comentarlo.

2 comentarios:

  1. Otro buen ejemplar de un Ocho.


    Me gusta mas con este frontal que con el bifaro,

    Saludos

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  2. En casa tuvimos uno azul de segunda o tercera mano y cuando me saque el carnet tuve uno TS color crema típico, este coche siempre me trae recuerdos y mas su carga negativa trasera que hacia que los neumáticos se abriesen hacia afuera, un espectáculo...
    Un saludo!

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